Para la mayoría de personas, sumergirse en el mar es sinónimo de bienestar, relajación y salud. Sin embargo, existe una condición poco conocida, y extremadamente rara, que puede transformar este baño en algo muy diferente. Y aunque no sea exactamente alergia al agua de mar, se trata de una reacción adversa en el cuerpo que se produce con el contacto con el agua marina.
En este artículo de Vizmaraqua te explicamos qué es exactamente lo que se conoce como alergia al agua de mar, o mejor dicho «urticaria acuagénica», cómo se manifiesta y qué soluciones existen para convivir con ella.
¿Qué es la llamada alergia al agua de mar?
El término “alergia al agua de mar” se utiliza para describir una afección extremadamente rara llamada urticaria acuagénica. A pesar del nombre, no se trata de una alergia convencional provocada por la sal o los minerales presentes en el agua marina. Más bien es una forma poco común de urticaria que se desencadena por el contacto de la piel con cualquier tipo de agua: del grifo, de piscina, dulce o salada.
La urticaria acuagénica genera una reacción cutánea inmediata tras el contacto con el agua, independientemente de su temperatura o procedencia. Y en apenas unos minutos pueden aparecer síntomas como picazón intensa, enrojecimiento, sensación de ardor o incluso ronchas en las zonas expuestas.
A aunque afecta a muy pocas personas en el mundo, puede convertirse en una condición altamente limitante, especialmente en verano.
¿Cuál es la causa?
A día de hoy, no existe una explicación definitiva sobre la causa exacta de alergia al agua de mar. Sin embargo, los especialistas barajan dos hipótesis principales:
- Una sustancia disuelta en el agua penetra en la piel y provoca una respuesta inmunológica atípica.
- Una interacción entre el agua y un compuesto presente en la piel genera una sustancia irritante que desencadena los síntomas.
En la mayoría de los casos, esta condición aparece de forma esporádica, aunque existen raras excepciones con antecedentes familiares.
Cómo se diagnostica la urticaria acuagénica
El diagnóstico lo realiza un dermatólogo, principalmente a través de la observación clínica. En algunos casos se utilizan pruebas específicas, como la exposición controlada de una zona de piel al agua para comprobar la reacción. Es fundamental diferenciar esta condición de otras patologías dermatológicas como la dermatitis atópica o la urticaria colinérgica, que pueden presentar síntomas similares pero con causas distintas.
Quienes padecen este problema, conocido como alergia al agua de mar, suelen tener una piel especialmente sensible y pueden presentar también otras afecciones alérgicas o inmunológicas.
¿Existe tratamiento para esta condición?
Aunque no hay cura definitiva, sí existen formas de reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Los tratamientos más habituales incluyen:
- Antihistamínicos orales, que ayudan a controlar la respuesta cutánea si se toman antes de la exposición al agua.
- Cremas o lociones barrera, que crean una película protectora sobre la piel y reducen el contacto directo con el agua.
- Inmunosupresores, en casos muy severos y siempre bajo supervisión médica especializada.
El enfoque ideal es desarrollar un plan personalizado junto a un dermatólogo, adaptado a las necesidades y estilo de vida de cada persona.
¿Hay que evitar completamente el agua si se tiene alergia al agua de mar?
No necesariamente. Sin embargo, en casos severos, un baño en el mar puede ser incómodo o hasta doloroso, por lo que se recomienda actuar con precaución. Por lo que si padeces sensibilidad al agua, lo mejor es contar siempre con orientación médica antes de exponerte a cualquier forma de contacto.
En Vizmaraqua apostamos por un uso responsable del agua de mar, tanto en el consumo de agua de mar filtrada que puedes encontrar en nuestra tienda online, como en servicios como el llenado de piscinas con agua marina.
Conclusión
Aunque la llamada “alergia al agua de mar” no es técnicamente una alergia y su aparición es excepcional, es importante darla a conocer para quienes puedan estar enfrentando síntomas sin saber su origen. La urticaria acuagénica puede limitar ciertas actividades, pero con el tratamiento y seguimiento adecuados, es posible llevar una vida plena.